< volver a galería
La Mirada del Bosque

La Mirada del Bosque

2019

Entra de puntillas. El aire es fresco y huele a tierra húmeda y a hojas secas. Estás en el corazón del otoño, un santuario donde el suelo es una alfombra de fuego naranja y el techo un dosel de oro. En este silencio sagrado, dos seres gentiles descansan. De repente, uno te descubre. Levanta su cabeza y sus ojos oscuros y líquidos se clavan en los tuyos. No hay miedo, solo una calma profunda, una pregunta. En ese instante, dejas de ser un espectador y te conviertes en parte del bosque. Es una pintura que te invita a contener la respiración, a sentir la magia de un encuentro inesperado y a escuchar el latido silencioso de la vida salvaje.