Esto no es una pintura, es una historia contada en tres alientos, tres latidos del jardín. Comienza con el susurro del oro: tulipanes que son la promesa de la mañana, cuya piel de cera captura la primera luz. Luego, nos sumergimos en el corazón del día, en un refugio de azules profundos que huelen a hierba fresca y a sombra tranquila. Y finalmente, la explosión, el canto apasionado de los lirios, un incendio de color naranja que arde con la intensidad de un atardecer. Es un viaje para los sentidos; del frescor del amarillo, a la calma del azul, y hasta el calor del fuego. Tres ventanas, tres perfumes, tres emociones que florecen juntas en perfecta armonía.